Pica la cebolla y el ajo finamente y rehógalos en una cazuela con un chorrito de aceite de oliva virgen, aproximádamente unos 5 minutos.
Mientras se van haciendo la cebolla y el ajo, prepara el resto de verduras, limpiándolas y cortándolas en trozos pequeños. Puedes usar el pelapatatas para eliminar los hilos del apio rápidamente y para pelar las zanahorias. Añade las verduras a la cazuela y rehógalas unos 5 minutos.
Ahora es el turno de introducir el tomate triturado, los cherry y el caldo de verduras. Incorpora el orégano y la albahaca y salpimenta al gusto. Deja que hierva aproximádamente 10 minutos.
Añade las espinacas y la pasta y hervir 7/9 minutos más o hasta que la pasta esté hecha.
Sírvela en cuencos y espolvorea queso parmesano por encima y, ¡ya está lista para comer!.
Notas y Trucos
Un truco maravilloso que nos encanta utilizar para sopas y ragú. La corteza del parmesano no se te ocurra tirarla, es queso. Guárdala y métela cuando hagas sopas y ragú y quieras un toque de queso, le da muchísimo sabor. La mejor manera de guardarla en la nevera, y que no se estropee, es envolverla en un trapo de lino. Eso permite que el queso transpire y no salga moho.
Si quieres añadir un toque diferente, hacerla más aromática, pon 1 cucharada de pesto genovés, es decir, el de albahaca, parmesano, pecorino, aceite de oliva y piñones, antes de servirlo.